La buena intención.

Tenemos muy buenas intenciones al cabo del día, todos tenemos propósitos que pasan por la mente y vemos proyectados en la forma pero son pocas las intenciones que se llevan a concretar.

Cada vez que una intención queda suspendida comienza a generar una acumulación de energía obtenida en su recorrido por todo el universo buscando el lugar y forma donde encajar, al no encontrar ese encaje volverá al emisor o punto de partida ya que este es el único responsable de haberlo puesto a circular. Cuando la energía viene de vuelta ha absorbido gran cantidad de residuos de todo el cosmos que caen sobre la persona emisora como una pesada losa. Este en ningún momento es consciente de esto pero si del hecho que cada vez es menos capaz de ejecutar sus propósitos por la cantidad de residuos acumulados que repelen toda posibilidad de mantener una dirección clara. Estos residuos actúan como dispersión que descomponen inmediatamente cualquier propósito.

Por eso a la hora de crear debemos hacerlo con un claro propósito de que aquello que vamos a materializar y va a formar parte de la vida sea útil y armoniosa para todas las formas de vida. Con esto no quiero decir que cada uno de tus propósitos tengan que ser magnos propósitos, generalmente las pequeñas cosas son las que menos desarmonizan ya que el ego se interesa menos por ellas.

Por eso cuanto más grande sea el propósito que te planteas más necesario es que tu atención sea plena y no únicamente enfocada en el objetivo externo si no principalmente enfocada en los movimientos internos que se generan dentro de ti. Qué pensamientos, emociones y sensaciones físicas se crean dentro de ti y cuál es la calidad, qué clase de vibración estas emitiendo y cómo esa vibración puede encajar en el resto de la vida.

Cada vez que comiences una nueva acción piensa que no estás sólo, que la vida te acompaña, siempre te acompaña porque es una contigo. Pero al igual que la conciencia de la vida es la protección y florecimiento de todas las formas de vida, también esa ha de ser tu conciencia si no quieres crear resistencias. Podéis estar alineados con la intención y que todo movimiento sea fácil y suave o en desarmonía generando fuerzas contrarias que bloquearán cualquier movimiento.

Recuerda también que todo es una forma de vida, un pensamiento, una emoción, todo es una forma de vida. Por eso has de tratar tus propias emociones como seres que habitan dentro de ti y a los que debes todo el respeto y compasión, así mismo con tus pensamientos.

Aunque pensamiento y emoción se formen en tu reino interno están en continua relación con el exterior, modificando las formas, pero tu ocúpate de ellos por el amor y respeto que merece cuidar cualquier parte tuya, si no amas todas tus partes poco cuidado y respeto puedes tener por lo que está fuera de ti.

Dentro de ti hay millones de seres, unos más evolucionados que otros, al igual que en la corteza terrestre hay formas de vida con distinta evolución pero conviviendo en un equilibrio perfecto, dentro de ti sucede lo mismo. Las partes menos evolucionadas generan más discordancia pero esto forma parte indispensable de su desarrollo por eso las partes más evolucionadas deben ser respetuosas y acompañarlas en el proceso porque de ese buen acompañamiento depende que el Ser se complete a sí mismo.

Como un niño pequeño es cuidado y orientado por su familia hasta su desarrollo, por el bien de todos así has de hacerlo tú con tu prole interna.

Cuanto más consciente eres de todo esto más responsabilidad tomas, y no como una pesada carga sino con el orgullo y satisfacción que produce una gran obra. Y de la misma forma la vida comienza a alinearse de manera que ya no hay fuerzas en oposición, porque la intención es la misma, vais en la misma dirección y con el mismo objetivo. La apuesta por la vida, por la creación.

En este punto la soledad desaparece pues todo va sumando a cada paso, generando cada vez riadas más grandes de prosperidad y abundancia.

Una cosa que debes tener en cuenta es que la vida vela por los intereses comunes, mientras que tu escasa visión sólo velará por los intereses propios, por eso pon atención a la dirección que te marca la vida.

La perspectiva más amplia de esta nunca te fallará, aunque tú no sepas dónde vas confía que ella si lo sabe. A veces esto creará fuertes resistencias, no trates de escapar de esas resistencias y aprovecha esa tensión para alinearte de nuevo con el propósito, no temas pues la vida nunca te abandonará, eso es imposible. A mayor resistencia más claro te está hablando la vida, escucha, serénate y escucha, entrégate, ponte de nuevo en el camino. Cuando todo comience a fluir trata de recordar que te sacó del camino para que no vuelva a pasar.

Te abrazo con mucha Luz.

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